Innovación sostenible: Revalorización de espinas de pescado en la Industria Alimentaria

Cada año, toneladas de espinas de pescado se descartan como residuos, pero ¿y si estos desechos pudieran transformarse en un recurso valioso para nuestra salud y nuestro planeta? Dentro de estas espinas se encuentra la quitina, el segundo biopolímero natural más abundante del mundo después de la celulosa, y su derivado, el quitosano, tiene el potencial de revolucionar la industria alimentaria, entre otros sectores.

El quitosano es biodegradable, no tóxico y ofrece propiedades antibacterianas y antifúngicas únicas, lo que lo convierte en un aliado ideal para extender la vida útil de los alimentos y mejorar la seguridad alimentaria. Además, en un mundo que busca alternativas sostenibles al plástico, el quitosano emerge como un candidato prometedor para el desarrollo de empaques ecológicos que pueden descomponerse naturalmente sin dejar residuos perjudiciales.

Quitina y Quitosano: Fundamentos y proceso de transformación

Para ponernos en contexto, comenzaremos explicando cual es el compuesto que hace tan especial a las espinas de pescado; la quitina. Este polisacárido natural se encuentra también en los exoesqueletos de insectos y algunas setas. Este compuesto es notable por su resistencia y biodegradabilidad, lo que lo hace atractivo para múltiples usos industriales y científicos.

Pero lo que realmente es interesante para su utilización en la industria alimentaria es el quitosano, derivado de la quitina, que se obtiene mediante un proceso de desacetilación. Esta transformación mejora su solubilidad en agua y amplifica sus aplicaciones potenciales. El quitosano es altamente valorado por sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y su capacidad para formar películas biodegradables.

El proceso de convertir las espinas de pescado en quitosano es un maravilloso ejemplo de cómo la ciencia puede transformar lo que usualmente descartamos en algo increíblemente útil y ecológico. Comienza con una meticulosa limpieza de las espinas, seguida de un baño alcalino que descompone las proteínas, dejando solo la valiosa quitina. Luego, un cuidadoso tratamiento con ácido elimina los minerales, y un toque de peróxido asegura que la quitina quede pura y blanca.

La magia ocurre cuando esta quitina se convierte en quitosano a través de la desacetilación, un proceso que la transforma en un producto soluble en agua con fabulosas propiedades antibacterianas. Finalmente, el quitosano es purificado, secado y convertido en un fino polvo que se utiliza en una variedad de aplicaciones innovadoras, desde empaques biodegradables hasta recubrimientos comestibles que extienden la vida de los alimentos.

Aplicaciones del quitosano en la industria alimentaria

·   Conservación de Alimentos

El quitosano es altamente valorado en la industria alimentaria por sus propiedades antimicrobianas y antifúngicas. Al inhibir el crecimiento de microorganismos, el quitosano ayuda a mantener la calidad y seguridad de los alimentos, prolongando su vida útil de manera significativa. Esta capacidad se debe a la estructura química del quitosano, que permite interactuar con las paredes celulares de los microbios, alterándolas y evitando su crecimiento y reproducción.

Una de las aplicaciones más comunes del quitosano en la conservación de alimentos es su uso en recubrimientos comestibles para frutas y verduras. Estos recubrimientos forman una barrera protectora que no solo combate los patógenos sino que también reduce la pérdida de humedad, manteniendo los alimentos frescos durante más tiempo. Por ejemplo, estudios han demostrado que los recubrimientos de quitosano en manzanas y peras pueden reducir significativamente la tasa de respiración de estos frutos, lo que retarda su maduración y deterioro.

Además, el quitosano se utiliza en el procesamiento de carnes y pescados para reducir la carga microbiana superficial. Esto es especialmente útil en productos cárnicos frescos y mariscos, donde el crecimiento de bacterias es una preocupación primordial para la salud del consumidor.

·   Envases biodegradables

Más allá de la conservación directa de alimentos, el quitosano ofrece una solución innovadora a uno de los problemas más persistentes de la industria alimentaria: los residuos de envases. Los empaques biodegradables hechos de quitosano son una alternativa ecológica a los plásticos convencionales. Estos empaques no solo se degradan naturalmente sin dejar residuos tóxicos, sino que también pueden mejorar la conservación de los alimentos empaquetados gracias a las propiedades antimicrobianas del quitosano.

Los films y bandejas de quitosano se están explorando para una variedad de usos, desde envases para productos frescos hasta empaques para productos cárnicos y mariscos. Estos empaques pueden ser diseñados para liberar lentamente agentes antimicrobianos, extendiendo aún más la frescura de los alimentos. Además, la naturaleza biodegradable del quitosano asegura que estos empaques se descomponen rápidamente en condiciones de compostaje, reduciendo la acumulación de desechos plásticos en el medio ambiente.

Impulsando la Innovación y Sostenibilidad

En nuestra búsqueda constante por un futuro más sostenible, el aprovechamiento del quitosano extraído de las espinas de pescado se destaca como un avance significativo en la economía circular dentro de la industria alimentaria. Este biopolímero contribuye a la reducción de residuos al reutilizar subproductos de la pesca y ofrece soluciones innovadoras para la conservación de alimentos y la creación de empaques biodegradables.

En New Food, estamos comprometidos con liderar proyectos que revaloricen estos subproductos, creando valor añadido y promoviendo la sostenibilidad. Nuestro enfoque en la investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas nos permite mejorar la calidad y seguridad de los alimentos y avanzar hacia un futuro en el que los desechos sean minimizados y los recursos sean optimizados.

Seguir innovando es crucial para abordar los desafíos ambientales y económicos que enfrentamos hoy en día. La adopción de tecnologías y procesos que aprovechan al máximo los recursos disponibles es fundamental para construir una industria alimentaria más resiliente y sostenible.

Invitamos a todos nuestros lectores y socios a unirse a nosotros en esta misión.

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