Cómo tomar conciencia en el día mundial del cáncer: La innovación en alimentos funcionales como herramienta preventiva

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, con más de 19 millones de casos anuales según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Diversos estudios han demostrado que la alimentación juega un papel crucial en la prevención y progresión de esta enfermedad. En este contexto, los alimentos funcionales han emergido como una herramienta clave para la prevención del cáncer, gracias a su contenido en compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y moduladoras del sistema inmunológico.

El desarrollo de estos alimentos ha sido posible gracias a la innovación científica y tecnológica en la industria alimentaria.

1. Compuestos Bioactivos: Mecanismos y Evidencia Científica

Los compuestos bioactivos son sustancias presentes en los alimentos que, más allá de su valor nutricional, tienen efectos beneficiosos sobre la salud y pueden jugar un papel clave en la prevención del cáncer. Estas moléculas actúan a nivel celular mediante diversos mecanismos, como la neutralización de radicales libres, la inhibición de procesos inflamatorios crónicos y la modulación de rutas metabólicas asociadas con la proliferación de células tumorales.

Entre los compuestos bioactivos más estudiados se encuentran:

  • Polifenoles: Estos compuestos, presentes en alimentos como frutas, té, cacao y vino tinto, han demostrado un alto potencial anticancerígeno debido a su capacidad antioxidante y antiinflamatoria. Investigaciones publicadas en Cancer Prevention Research han evidenciado que las catequinas del té verde pueden interferir con la progresión del cáncer al inhibir vías de señalización celular involucradas en el crecimiento tumoral. Además, el resveratrol, presente en la uva y el vino tinto, ha mostrado efectos apoptóticos en células cancerosas, promoviendo su eliminación natural.
  • Carotenoides: Estos pigmentos naturales, como el licopeno en el tomate y la luteína en las espinacas, no solo contribuyen al color de los alimentos, sino que también desempeñan un papel clave en la prevención del cáncer. Estudios en The American Journal of Clinical Nutrition han reportado que una dieta rica en licopeno puede estar asociada con una reducción en la incidencia de cáncer de próstata. Asimismo, la luteína y la zeaxantina han sido vinculadas con la protección contra el daño oxidativo en tejidos sensibles, como los del epitelio pulmonar y ocular.
  • Glucosinolatos: Presentes en las crucíferas como el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas, estos compuestos se metabolizan en isotiocianatos, moléculas con propiedades anticancerígenas probadas. Un estudio en Journal of Nutrition indicó que la ingesta regular de brócoli está asociada con una reducción del riesgo de cáncer de colon, debido a su capacidad para inducir enzimas de detoxificación hepática y modular la inflamación intestinal.
  • Omega-3: Los ácidos grasos poliinsaturados, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), han sido objeto de múltiples investigaciones por su capacidad para reducir la inflamación sistémica y modular la proliferación celular. Estudios en The Journal of Clinical Oncology han evidenciado que una mayor ingesta de omega-3 se asocia con una menor incidencia de cáncer colorrectal y de mama, probablemente debido a su capacidad para interferir en la síntesis de eicosanoides proinflamatorios. Se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 tienen efectos antiinflamatorios que pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de colon.

Gracias a la innovación en la extracción y encapsulación de estos compuestos, ahora es posible aumentar su estabilidad y biodisponibilidad, permitiendo su aplicación en productos alimentarios de consumo cotidiano. La tecnología de microencapsulación, por ejemplo, ha sido utilizada para proteger los polifenoles del deterioro oxidativo y mejorar su absorción en el organismo. Asimismo, el desarrollo de emulsiones lipídicas y sistemas de liberación controlada ha permitido potenciar la acción de carotenoides y omega-3, asegurando que sus beneficios sean óptimos en la prevención del cáncer.

2. Innovaciones Tecnológicas en el Desarrollo de Alimentos Funcionales

Como decíamos, la incorporación de compuestos bioactivos en los alimentos ha requerido el desarrollo de nuevas tecnologías que optimicen su absorción y efecto biológico. Estas innovaciones permiten mejorar la estabilidad de los compuestos, garantizar su biodisponibilidad en el organismo y facilitar su integración en productos de consumo diario. Algunas de las tecnologías más avanzadas en este campo incluyen:

  • Nanoencapsulación: Esta tecnología consiste en encapsular compuestos bioactivos en estructuras microscópicas para protegerlos de la degradación antes de su absorción en el organismo. Gracias a este avance, los polifenoles, flavonoides y otros antioxidantes mantienen su actividad biológica durante más tiempo y pueden ser liberados de manera controlada en el tracto digestivo, mejorando su efecto anticancerígeno. Estudios en Nutrients (2023) han demostrado que la nanoencapsulación de curcumina aumenta su biodisponibilidad hasta 40 veces en comparación con su forma libre.
  • Fermentación dirigida: Este proceso utiliza cepas de microorganismos seleccionadas para mejorar la actividad biológica de los alimentos fermentados. Estudios en Food Microbiology (2022) han demostrado que la fermentación de alimentos ricos en glucosinolatos con bacterias probióticas específicas potencia su conversión en isotiocianatos, compuestos con efectos protectores frente al cáncer. Además, la fermentación puede reducir factores antinutritivos y aumentar la concentración de metabolitos bioactivos.
  • Modificación enzimática: La aplicación de enzimas específicas permite transformar compuestos bioactivos en formas más biodisponibles y eficaces. Por ejemplo, la enzima β-glucosidasa ha demostrado mejorar la liberación de flavonoides en frutas y verduras, lo que optimiza su absorción en el intestino. Investigaciones en Journal of Functional Foods (2023) indican que la modificación enzimática puede potenciar hasta en un 30% la bioactividad de ciertos compuestos antioxidantes, maximizando su impacto en la prevención del cáncer.
  • Uso de matrices alimentarias mejoradas: La combinación de compuestos bioactivos con ingredientes específicos puede mejorar su estabilidad y absorción en el organismo. Un enfoque innovador es el uso de lípidos estructurados para mejorar la biodisponibilidad de polifenoles y carotenoides. Investigaciones recientes en Food & Function (2023) han demostrado que la combinación de ciertos polifenoles con fosfolípidos mejora su absorción hasta en un 60%, lo que incrementa su capacidad para reducir el estrés oxidativo y la inflamación asociados con el desarrollo del cáncer.

Conclusión

El desarrollo de alimentos funcionales y la aplicación de tecnologías innovadoras en la industria alimentaria representan una estrategia clave en la prevención del cáncer. A medida que avanza la investigación, se abren nuevas oportunidades para la creación de productos más eficaces y accesibles, que contribuyan a la salud de la población.

En New Food, estamos comprometidos con la innovación en el sector de los alimentos funcionales, desarrollando soluciones que combinan ciencia y tecnología para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.

📩 ¿Quieres conocer más sobre nuestras investigaciones y proyectos? Contáctanos en info@newfood.es o visita www.newfood.es.


Referencias:

  • Cancer Prevention Research (2023). Role of Polyphenols in Cancer Prevention.
  • Journal of Nutrition (2022). Glucosinolates and Their Anticancer Properties.
  • Food & Function (2023). Improving Bioavailability of Polyphenols through Lipid Matrices.
  • Nutrients (2023). Dietary Strategies in Cancer Prevention: The Role of Functional Foods.
Carrito de compra
Scroll al inicio